En octubre se desarrollará el Mundial de Tenis para sordos en la ciudad de Antalya y el Club Banco Provincia tendrá su representante. Nicolás es hipoacúsico, tiene 31 años y consiguió la clasificación por ser la raqueta número 1 de Argentina y número 2 de Sudamérica. Ya tuvo una experiencia mundialista en Chattanooga en 2014, quedando con su equipo en el quinto lugar. Ahora buscará el campeonato en este torneo individual, aunque el objetivo es representar al país y al Club de la mejor manera.
—La verdad que estoy muy ansioso —dice Nico tras un entrenamiento intensivo en una de las nuevas canchas de polvo de ladrillo del Club—. Me estoy preparando para dar lo mejor y dejar bien parado al país. Soy el único representante nacional así que lo siento como una gran responsabilidad.
Lahitte es parte de la familia del Club Banco Provincia de Mar del Plata. Desde los 7 años de edad que comenzó a participar de las actividades de nuestra institución, y hoy con 31, continúa entrenando en las instalaciones:
—Amo al Club, es mi casa. Tomo clases particulares con Mariano García y siempre que tengo un hueco me vengo a raquetear. De todas maneras el Mundial es en cancha de cemento, por suerte es la más lenta de las superficies rápidas, pero tendré que hacer alguna adaptación especial —sonríe y golpea con suavidad la raqueta contra la red—. Estoy muy acostumbrado a las patinadas sobre el polvo, así que tendré que trabajar eso.
El reglamento del torneo exige la prohibición de elementos de audición como audífonos o implantes cocleares para que sea equitativo con aquellos que no pueden oír de ninguna manera. El fixture es similar a los torneos ATP, con llaves a simple eliminación. Comienza el 11 de octubre.
—El nivel es bueno en general, pero me tengo fe y me estoy preparando hace bastante —en cuanto a los rivales explicó—: Va a haber muchos europeos y asiáticos, a ellos los puedo seguir y estudiar por Youtube. Al único que conozco bien es al ecuatoriano Andy Vazquez, que me lo he cruzado en sudamericanos y además tengo diálogo, vamos a compartir habitación para ahorrar gastos.
El viaje es largo pero el torneo es corto, sin embargo Nicolás no puedo alejarse mentalmente de su familia:
—Tengo a mi mujer embarazada y no es recomendable que vuele, así que viajo solo. Por supuesto que voy a estar continuamente pensando en ella y en la panza, pero voy a intentar concentrarme en el Mundial —proyecta una sonrisa prolongada y acota—: No me quiero olvidar de los que me están ayudando en esta cruzada. Hice sorteos y conseguí varios sponsors que me están dando una mano enorme para poder cumplir este sueño.